Buenos Aires, 03 de diciembre de 2009
Queridos Hermanos:
Hace ya más de dos mil años, en Belén de Judea, nuestro Salvador y Redentor Jesucristo bajó de Su trono celestial, para morar entre los hijos de los hombres. En esta época de la Navidad conmemoramos ese glorioso acontecimiento.
Sus palabras y enseñanzas hacen eco en nuestras mentes y traen un profundo sentimiento en nuestros corazones de intentar ser más como Él fue. A lo largo de Su ministerio terrenal Él nos enseñó a amar a nuestro prójimo, a consolar a los que necesitan de consuelo, a buscar a la oveja perdida y volvernos como niños pequeños.
Es nuestro deseo, que al aproximarse la Navidad, podamos prestar servicio a otros y demostrarles nuestro amor, siguiendo el ejemplo de Cristo y teniendo en nuestras mentes y oraciones la pregunta que nos hizo nuestro amado Profeta Thomas S. Monson “¿Qué he hecho hoy por alguien?”(Liahona Nov. 2009, pág. 84)
Testificamos que nuestro Salvador vive. Es nuestro mayor deseo que Dios derrame Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes.
Sinceramente,
Presidencia de Área
Sudamérica Sur
Shayne M. Bowen
Claudio Daniel Zivic
Marcos A. Aidukaitis
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